Tipo de coche |
SUV pequeños |
Tamaño |
Pequeño |
Largo/ancho/alto |
4,2/1,8/1,6 metros |
Maletero |
375 l. |
Seguridad |
A favor
Espacio interior, maletero, acabados, confort
En contra
Estética conservadora, gama algo justa
Sigue la apuesta por los SUV. Todos los fabricantes quieren tener varios todocaminos en su oferta. Y Suzuki no iba a ser una excepción. El fabricante japonés ha sumado a su gama el nuevo Vitara 2015, un SUV o todocamino urbano. Eso sí, lo primero que tenemos que tener claro antes de analizar este modelo es que no estamos ante un Vitara de toda la vida.
Este nuevo Vitara nada tiene que ver (en lo que a 4×4 se refiere) con los Vitara de la primera generación (1989), segunda generación (1998) o incluso tercera generación (2005). Esta cuarta generación del Vitara (nacida en 2015) abandona sus tradicionales características como todoterreno (tracción total, reductora, etc) para convertirse en un auténtico SUV o todocamino.
En cuanto a sus medidas, el nuevo Suzuki Vitara 2015 tiene una longitud de 4,17 metros. Es, por tanto, uno de los modelos más pequeños del segmento. Tan sólo el Renault Captur (4,12 metros), Citroën C4 Cactus (4,15 metros) y Peugeot 2008 (4,15 metros) son ligeramente más pequeños. En cambio, el Suzuki Vitara tiene unas dimensiones más pequeñas que el Mazda CX-3 (4,27 metros) y el Opel Mokka (4,27 metros).
Asimismo, también presenta una anchura bastante buena (1,77 metros) y una altura también considerable (1,60 metros). La distancia entre ejes es de (2,50 metros), que está en la media del segmento. Y respecto al maletero, el Suzuki Vitara cuenta con uno de los mayores espacios de carga de la categoría. Con sus 375 litros está por encima del maletero del Peugeot 2008 (338 litros), Citroën C4 Cactus (348 litros), Mazda CX-3 (350 litros), Fiat 500X (350 litros) y Opel Mokka (356 litros). Tan sólo el Renault Captur (377 litros), le supera.
A la hora de comprobar el espacio interior nos llevamos una grata sorpresa. Pese a las dimensiones contenidas del modelo, el Suzuki Vitara cuenta con una gran habitabilidad. En concreto estamos hablando de una anchura en las plazas delanteras de 140 centímetros y de 134 centímetros en las traseras. Son dos medidas buenas. Y lo mismo ocurre con la altura de las plazas traseras, donde también se presenta como uno de los mejores de la categoría con 95 centímetros. Esto se traduce en que cuatro adultos viajarán con total confort y en ningún momento rozarán con sus cabezas en el techo.
Este cuidado por el tamaño y el espacio interior se traduce también en un peso contenido. El Suzuki Vitara detiene la báscula en los 1.200 kilos, lo que supone un ahorro de peso de cerca de 200 kilos respecto a algunos de sus rivales.
Siguiendo con el examen del interior toca comprobar ahora la calidad de los acabados. Y aquí descubrimos que Suzuki ha hecho un buen trabajo. Los plásticos parecen de buena calidad y están bien encajados y en líneas generales el coche es robusto. Quizás a la hora de cerrar las puertas y escuchar el sonido que realizan es cuando nos damos cuenta del ahorro de Suzuki en peso y en cantidad de materiales aislantes. Esto también ocurre cuando encendemos el motor, ya que el sonido de la mecánica estará presente dentro del habitáculo.
En cuanto a las mecánicas disponibles, Suzuki ofrece en el Vitara un motor de gasolina 1.6 VVT con 120 CV y un propulsor diésel de idéntica cilindrada y potencia. Se trata del 1.6 DDIS, que es de origen Fiat. Ambos, tanto el gasolina como el diésel, pueden incorporar tracción delantera (4×2) o tracción total (4×4). No obstante, dada la orientación urbana que tiene el modelo, desde aquí te recomendamos que optes por el 1.6 DDIS de 120 CV con tracción delantera 4×2.
Pensamos que un coche, eminentemente urbano, no tiene sentido alguno la tracción total. Este motor diésel presenta unas prestaciones razonables y unos consumos bajos que la cifra oficial ronda los 4 litros, aunque luego en conducción real aumente hasta los 5,3 litros más o menos. En cuanto al precio, también podemos decir que es competitivo. Eso sí, si optamos por un precio ajustado no podremos sumar algunos elementos de equipamiento interesantes.
Sobre todo en materia de seguridad y asistencias al conductor.
Hablamos, por ejemplo, de la alerta de cambio de carril o el aviso de una posible colisión frontal.
Si analizamos ahora el comportamiento, comprobamos que el Vitara presenta un comportamiento que busca principalmente el confort. Y por último, el precio. Aquí las versiones más accesibles presentan un precio muy competitivo. Sin embargo, según vamos subiendo en sistemas (4×4) o en acabados más altos, el precio como es lógico también ascenderá bastante.
A favor
Espacio interior, maletero, acabados, confort
En contra
Estética conservadora, gama algo justa