






Tipo de coche |
Descapotables |
Tamaño |
Mediano |
Largo/ancho/alto |
4,4/1,8/1,4 metros |
Maletero |
280 l. |
Diseño, comportamiento, mecánicas potentes.
Plazas traseras pequeñas, precio elevado.
Desde el año 2017, BMW está comercializando un nuevo Serie 2 Cabrio. Se trata de una puesta al día de este modelo que fue introducido en 2014. Estos cambios afectan al diseño y al equipamiento, tanto en esta carrocería cabrio como en la variante coupé.
Comenzando por el diseño, comprobamos que los grupos ópticos son completamente nuevos. Por ejemplo, ahora de serie incluyen faros bi-led. Y opcionalmente se pueden adquirir con faros de led adaptativos. Otras mejoras de la parte frontal afectan a la parrilla doble que ahora cuenta con mayores dimensiones lo que proporciona mayor deportividad. BMW también ha cambiado las entradas de aire de los extremos, lo que acentúa así la anchura del ocche y su aplomo sobre el asfalto.
De la zaga podemos ver que los pilotos con su forma en L se prolongan en los laterales y que las luces posteriores tienen diodos luminosos. Además, existen ahora trres nuevos colores para la carrocería.
Continuando con las mejoras en el interior, vemos que el panel de instrumentos ha sido mejorado. BMW señala que ahora todo el tablero tiene una mayor orientación hacia el conductor. A ello se suma una nueva instrumentación, nuevas toberas de ventilación, nueva interfaz para la pantalla principal de la consola, más intuitiva, mejora en los acabados de algunos mandos…
Asimismo, cabe señalar que la pantalla de alta resolución de 8,8 pulgadas ahora es táctil, algo que sucede por primera vez en este Serie 2, tanto en el coupé como en el cabrio. Asimismo, el mando iDrive de última generación también se incluye de serie, ahora con la superficie táctil y con reconocimiento de voz. Otras novedades es la posibilidad de carga por inducción, de establecer una red wifi en el coche y de ser compatible con Android Auto y Apple Car Play.
Además, mediante la tarjeta SIM incluida dentro del vehículo, el coche puede conectarse a los servicios de BMW Connected Drive lo que permite información en tiempo real sobre el estado del tráfico, escribir y responder correos electrónicos, hacer apuntes en el calendario…
Hasta aquí las nuevas incorporaciones en materia de infoentretenimiento. Pero también hay novedades en seguridad. Por ejemplo, ahora puede equipar el control de crucero adaptativo con función stop&go, el sistema de mantenimiento de carril, la función de frenado de emergencia en ciudad y hasta 60 km/h para evitar atropellos o impactar contra otros coches.
En cuanto a los motores, la gama está formada por una gran cantidad de variantes. En gasolina tenemos el 218i (con 136 CV), 220i (184 CV), 230i (252 CV) y 240i (340 CV) así como el M240i xDrive (340 CV) y el M2 Coupé (370 CV). Y en diésel están el 218d (150 CV), 220d (190 CV), 220d xDrive (190 CV) y 225d (224 CV).
Estos motores se combinan con una caja de cambios manual de seis marchas o bien una automática secuencial de ocho velocidades.
Lo que no varía respecto al modelo de 2013 son sus principales facetas. En este sentido, destacamos su comportamiento, gracias al chasis más rígido; el sistema de capota de lona, que también permite que el modelo no sea muy pesado y, por lo tanto, ofrezca un buen dinamismo y el maletero, que cuenta con una buena capacidad de entre 280 y 335 litros. Por el contrario, la habitabilidad de las plazas traseras, que es reducida y el equipamiento limitado con un precio elevado son los puntos menos favorables de este BMW.
Diseño, comportamiento, mecánicas potentes.
Plazas traseras pequeñas, precio elevado.