






Tipo de coche |
Compactos |
Tamaño |
Mediano |
Largo/ancho/alto |
4,3/1,8/1,5 metros |
Maletero |
380 l. |
Seguridad |
Confort de marcha, precio competitivo, mecánicas eficientes y capacidad del maletero.
Espacio plazas traseras, excesivamente confortable tanto en comportamiento como en la configuración de asientos.
El Citroën C4 es un modelo compacto. Es decir un turismo de dimensiones medias que lucha en una categoría con un gran número de rivales. Hablamos de competidores como el Ford Focus, Peugeot 308, Renault Mégane, Seat León o Volkswagen Golf, entre otros.
El modelo que está ahora a la venta es la segunda generación. Fue lanzado en 2010 y en 2015 ha sido renovado. Estos cambios le permitirán mantenerse en el mercado hasta que llegue el Citroën C4 3 o la tercera generación del C4 que está prevista para finales de 2016 o principios de 2017.
Comenzando por los retoques estéticos cabe señalar que no son muchos los que recibe el C4. Tan sólo cambian los grupos ópticos y algún otro elemento como pueden ser las llantas de las ruedas. Dentro también encontramos elementos nuevos como una pantalla táctil de infoentretenimiento heredada de otros modelos de PSA y con un tamaño de 7 pulgadas.
Por el contrario, donde tenemos el mayor número de cambio es en apartados que no están a la vista. Por ejemplo, el nuevo C4 cuenta con un nuevo parabrisas así como diferente material absorbente que mejora el confort acústico del habitáculo ya que reducen el ruido aerodinámico del exterior, una vez que está en marcha.
Al volante encontramos un cuadro de instrumentos con tres relojes principales, que mezclan información digital como analógica. Sin embargo no nos gusta tanto la postura de conducción del C4 ya que el volante presenta demasiada inclinación y los asientos creemos que tienen un mullido demasiado blando.
Esto aunque inicialmente nos pueda parecer cómodo a la larga se traduce en viajes poco confortables. Además, la banqueta está en una situación demasiado alta, incluso en la posición más baja. Tampoco destaca especialmente por su vida a bordo. Y es que el C4 es uno de los modelos con menor habitabilidad del segmento.
Si bien delante dos adultos viajarán con total confort, detrás el espacio para las piernas que tienen los ocupantes traseros es de los más pequeños de la categoría, similar al del Mégane que es el que marca la referencia mínima. Por el contrario los 440 litros de maletero le situarán en una de las mayores capacidades de carga de la categoría.
En cuanto a las mecánicas disponibles la oferta es muy variada. En las variantes de gasolina están disponibles el PureTech de 1,2 litros y 110 CV y el PureTech de 1,2 litros y 130 CV. La oferta diésel empieza con 1.6 BlueHDI de 100 CV, seguido del 1.6 BlueHDI con 120 CV y del 2.0 BlueHDi con 150 CV. De todos ellos el más recomendable es el 1.6 BlueHDI de 120 CV. En este sentido cabe señalar que se trata de un motor que cumple con la normativa Euro6, obligatoria desde septiembre de 2015 y que se caracteriza por su eficiencia y bajos consumos.
Aunque eso sí, gran parte de esa eficiencia se logra por medio de una baja respuesta hasta un determinado régimen y de unos desarrollos largos.
Esto como contrapartida penalizará el apartado de prestaciones, donde el C4 no sobresale especialmente. En este sentido, cabe recordar que estamos ante un coche que busca principalmente el confort. Y no sólo lo decimos por la eficiencia de la que hablábamos anteriormente sino también por su comportamiento general con unas suspensiones que también destacan por ser cómodas.
En definitiva un coche con varios años ya en el mercado (para bien porque estará más que probado y para mal porque la competencia le mete muchos goles), que compite en un segmento muy difícil, que no destaca especialmente por su habitabilidad interior aunque sí por su maletero, que está dotado de unos motores muy eficientes y que está principalmente destinado al confort. Su aspecto más favorable: su precio es muy competitivo.
Confort de marcha, precio competitivo, mecánicas eficientes y capacidad del maletero.
Espacio plazas traseras, excesivamente confortable tanto en comportamiento como en la configuración de asientos.