






Tipo de coche |
Descapotables |
Tamaño |
Mediano |
Largo/ancho/alto |
4,7/1,9/1,3 metros |
Maletero |
88 l. |
Comportamiento deportivo, eficiencia del sistema híbrido, prestaciones, diseño
Precio elevado, habitabilidad muy justa
BMW ha presentado en el Salón de Los Ángeles, en noviembre de 2017, el nuevo BMW i8 Roadster 2018. Se trata de una variante del i8 Coupé lanzado en 2014 y que también se renueva en el año 2018. Al igual que el i8 Coupé, este roadster se caracteriza por ser un deportivo híbrido enchufable. La firma alemana admite pedidos de este modelo desde el mes de enero de 2018 aunque las primeras entregas no comenzarán hasta mayo de 2018. Su precio inicial parte de los 160.200 euros.
Este nuevo i8 Roadster mantiene el bastidor de aluminio del i8 Coupé y el habitáculo de plásticos reforzado con fibra de carbono. Su habitáculo se caracteriza por tener una configuración de 2+2 plazas, es decir dos plazas delanteras para adultos y dos plazas traseras, destinadas principalmente a niños o llevar alguna bolsa, mochila o cartera.
El sistema de techo está formado por una capota de lona y por un mecanismo que se abre y cierra y bajo el cual se esconde el techo una vez recogido. Este movimiento de abrir y cerrar el techo se puede realizar en marcha y hasta una velocidad máxima de 50 km/h. Además, la operación dura un total de 15 segundos. Asimismo, al bajar la capota, la luneta trasera se eleva unos 3 centímetros para servir de protección ante las posibles turbulencias que se puedan generar.
Además, la capota se guarda en posición perpendicular lo que hace que se cree un espacio de 100 litros adicionales para almacenamiento detrás de los asientos. No obstante, la capacidad del maletero es el aspecto menos llamativo de este modelo puesto que se ve reducida de los 154 litros del i8 Coupé a los 88 litros del i8 Roadster.
Para que el i8 Roadster se caracteriza por su rigidez de la carrocería –ante la ausencia del techo- BMW ha introducido plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP) en las puertas, las estriberas laterales y la cubierta del parabrisas… Además, la firma alemana señala que los montantes y los paneles adicionales tanto en los ejes delantero como trasero sirven para maximizar la rigidez de la carrocería.
Con todo ello, el i8 Roadster tiene un peso que comienza en los 1.595 kilos, lo que significa que es 60 kilos más pesado que el i8 Coupé.
Respecto a las dimensiones, no hay grandes diferencias. Tan sólo que el i8 Roadster es ligeramente más bajo -2 centímetros- respecto al Coupé. El resto de cotas no cambian. Mide 4,68 metros de largo, 1,94 metros ancho y tiene una batalla de 2,80 metros.
En relación al sistema propulsor, es similar al introducido en el i8 de 2014. Sin embargo, BMW lo ha mejorado para que esté el mayor tiempo posible funcionando el modo eléctrico. Esto permite que los usuarios del i8 Roadster puedan conducir sin techo y con energía eléctrica, reduciendo así el ruido de conducción.
El motor de combustión ha sido mejorado, respecto al i8 Coupé. Se trata de un propulsor de tres cilindros con una cilindrada de 1,5 litros y una potencia máxima de 170 kW (231 CV). Este motor, además, ofrece un par máximo de 320 Nm. Asimismo, entre las mejoras introducidas, BMW ha equipado a este modelo de un filtro de partículas para reducir las emisiones y, además, le ha dotado de un sonido mucho más deportivo.
Otras mejoras introducidas es el aumento de la capacidad de las baterías –pasando sus celdas de 20 a 34 Ah- lo que ha permitido incrementar la potencia del generador eléctrico en 9 kW (12 CV) para llegar hasta los 105 kW (unos 143 CV) y un par de 250 Nm.
Asimismo, también han incrementado la capacidad de energía bruta pasando de los anteriores 7,1 kWh del i8 de 2014 a los actuales 11,6 kWh. Entre ambos –hay que recordar que las potencias no se suman- el sistema de propulsión ofrece 275 kW (374 CV).
Esta elevada potencia permite al i8 Roadster pasar de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos y lograr una velocidad máxima de 250 km/h. Y todo ello con un consumo medio oficial de 2,1 litros cada 100 kilómetros y un consumo de energía eléctrica de 14,5 kWh por cada 100 kilómetros. Y todo ello con unas emisiones de CO2 de 46 gramos por kilómetro recorrido.
En condiciones normales y con buena carga de batería el i8 Roadster puede circular en modo eléctrico desde parado y hasta 105 km/h. Además, si se pulsa el botón eDrive, entonces se puede circular en eléctrico hasta 120 km/h. En el momento en el que el conductor apriete con decisión el acelerador entonces entra en funcionamiento el motor de combustión. Esta mecánica se enciende, por tanto, cuando se pisa a fondo o cuando se circula a una velocidad superior.
A ello hay que sumar un incremento de la autonomía que ahora pasa a ser de 53 kilómetros en condiciones óptimas, cuando en el i8 Coupé era de 37 kilómetros. Para cargar las baterías, según BMW se necesitan unas cuatro horas y media para cargarlo en un enchufe doméstico. Por el contrario, si se utiliza un sistema de carga de tipo Wallbox la carga baja hasta los 3,5 horas.
En relación a la tracción, la potencia del motor eléctrico se transmite a las ruedas delanteras mientras que la fuerza del motor de combustión es para las ruedas traseras, lo que significa de esta manera que estamos ante un sistema que ofrece tracción total 4×4.
Otra novedad tiene que ver con el sistema de navegación, ya que cuando se activa la función de guiado, el sistema hace que se emite la mayor parte posible del tiempo en eléctrico. De esta manera, el sistema analiza la ruta y da prioridad al generador eléctrico.
A todo ello hay que añadir las condiciones propias de un coche de carácter deportivo. Hablamos de elementos como el control dinámico de la suspensión, incluido de serie. Y también sobresalen elementos como las llantas de 20 pulgadas.
A ello hay que sumar elementos de equipamiento –que son opcionales- como es el caso del Head-Up display específico, la luz láser antideslumbramiento y el aviso de peatones.
De serie en cambio el i8 Roadster incorpora elementos como el sistema de información del tráfico en tiempo real, información del parking en las vías públicas y el asistente personal.
Comportamiento deportivo, eficiencia del sistema híbrido, prestaciones, diseño
Precio elevado, habitabilidad muy justa